Llevo intentando llevar al cine a Diego desde hace tiempo. En mi ciudad hay una iniciativa muy chula que se llama "Sesión Teta". Para los que no conoceís esta sesión, os puedo decir que es una opción muy buena para las madres de bebes lactantes, ya que permite ir a las mamas con los niños. Ponen películas de todos los generos, por eso recomiendan que los niños no tengan más de 20 meses, porque a esa edad ya son conscientes de lo que ven y de lo que oyen y podría herir la sensibilidad de algún peque. El sonido y la temperatura están acondicionados a los bebés y si alguno llora, por supuesto, no se les invita a que abandonen la sala. El que va, ya sabe lo que se va a encontrar.
Nosotros hemos ido a tres "Sesiones Teta", que nos han servido de preludio y como experimento.
Como la primera vez no fue tan mala nos arriesgamos a una segunda, pero el resultado no fue el esperado. Se iba todo el rato del sitio, quería comer, beber, saltar, correr... Así que hasta que no pasó un tiempo prudencial no volvimos.
La tercera vez elegimos una película de niños: Buscando a Dory. La verdad es que estaba entusiasmado y todo apuntaba a que esta vez sería la definitiva, pero ¡ERROR!. Nos volvimos a equivocar y no fue capaz de ver la peli entera. Aún así se portó muy bien
Así que al final desistí y me di cuenta de que mi hijo no estaba preparado para ir el cine. ¿A lo mejor es que era demasiado pequeño? ¿He querido que hiciese algo que no estaba acorde a su edad? o simplemente podía ser que no le gustara el cine.
Pero yo no quería darme por vencida, así que cuando me enteré de que habían abierto una sala Junior en el cine de Isla Azul, pensé que sería la mejor oportunidad para llevar a Diego y comprobar si realmente le gusta el cine o no.
Pues elegimos una peli de dibujos (creo que no ponen de otro estilo en esa sala), y allí que nos fuimos.
La experiencia fue super positiva. A la hora de comprar las entradas puedes elegir entre tumbonas, pufs, cojines enormes y butacas tradicionales. Como las butacas ya sabemos como son y las tumbonas estaban todas reservadas, cogimos unos pufs. A mi me pareció una forma muy original y cómoda de ver una peli en el cine.
La primera sesión empieza las 16:00 pero esa es la hora a la que abren sala, ya que los niños disponen de 15 minutos para jugar por allí en los toboganes y balancines que hay dentro antes de que empiece la película.
A mitad de la peli hacen otro parón de 15 minutos para que sea más llevadera la película. Yo aproveché para salir a comprar palomitas, pero también pueden hacer uso de las instalaciones de la sala. Eso si, durante la proyección de la peli no se puede jugar en las zonas habilitadas.
La entrada cuesta 5´20€, lo único malo es que si vaís tres peronas tienes que pagar dos pufs, es decir, como cuatro entradas, aún así creo que compensa.
Os dejo toda la info de la sala en el siguiente enlace: Sala Junior.
Yo desde aquí os animo a que vayáis, ya que es una buena forma de saber si vuestros hijos están preparados para ir al cine sin tener la sensación de que estáis molestando a los demás.
Esta vez si aguantó la peli entera y estuvo atento a la peli, aunque al final ya quería irse a tirarse por el tobogán, pero es normal, es que aún no tiene ni tres años. A veces se me olvida y tengo que pararme a pensar que no debería adelantar etapas y que tenemos mucho tiempo para disfrutar muchas experiencias juntos... Aún me queda tiempo.
Os dejo con las fotos de la sala
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