miércoles, 14 de septiembre de 2016

A dormir!!!

Cuando llega un bebé a casa son muchas las dudas que se nos vienen a la cabeza. Todo el mundo te da consejos, otros más atrevidos te dan órdenes y al final yo he llegado a la conclusión que lo mejor es hacer caso a tu bebé, y si aún así te quedan dudas, lo mejor es dejarse guiar por un especialista en niños: el pediatra.

En mi caso, seguir sus pautas me ha dado muy buen resultado y si alguien me criticaba solo tenía que decir que lo hacía porque me lo había dicho el pediatra. Mano de santo!!!

Aunque no todo fue así de sencillo. Las primeras semanas de adaptación son bastante complicadas y en nuestro caso fue un caos. A ver cómo os lo explico para que no parezca una contradicción.

Dormía sus horas establecidas, pero cuando se despertaba entre toma y toma nos costaba como hora y media que volviera a dormirse. Todo un suplicio...

Pero todo cambió cuando decidí empezar a hacer una rutina antes de dormir, por su bien y el de todos.

Elegí una hora, las 20:30. Preparamos el agua tibia y damos un bañito relajante. Al principio probé con todos los jabones que nos habían ido regalando. Tengo que decir que los productos de Mustela me encantaron, pero decidí probar con Johnsons Baby Dulces Sueños y desde entonces empzamos a dormir mejor. no se si fue casualidad o que realmente funcionaron la rutina, el gel y el aceite.

Yo elegí el gel liquido y el aceite, y ya no hemos utilizado otro, aunque hay otros productos que a lo  mejor encanjan más con vuestras necesidades.Nos encanta el olor que deja en la piel del peque y lo relajado que se queda, así que como a nosotros nos funciona, se lo he comentado a todas las mamis que tengo cerca para que también lo pongan en práctica.














Como ya he comentado en otros posts, no tenemos ruitinas muy marcadas, pero la del sueño es esencial, tanto para el como para nosotros.

Los niños deben dormir un minimo de horas e intentamos que Diego llegue al minimo, así que a las 21:30, normalmente ya está en la cama.

Primero el baño. Le encanta el agua, así que le dejamos que juegue, que investigue... en fin, que se divierta.
Después le echamos el aceite para mantener su piel hidratada y aprovechamos para hacerle un masaje y fomentar su autonomía, aunque esto último parece que le viene de fábrica.
Tras el ratito jugando con el aceite, ponemos el pijama y cenamos.
Cuando está todo terminado, recogemos la mesa y nos vamos a la cama.

Al principio le leiamos un cuento, pero ultimamente acaba tan cansado que solo quiere dormir, pero seguiremos insistiendo con los cuentos.

¿Que rutinas seguís vosotros?



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